UN SORBO DE AGUA SOSTENIBLE
La creciente cociencia del hecho que los recursos de nuestro planeta no son inesaurables ha empezado a difundir buenas prácticas para reducir los desperdicios en cada sector y ser más sostenible.
Desde la comida que comemos hasta el agua que bebemos y las fuentes de energía que utilizamos, estamos envolucrados de primera mano en dar nuestra contribución como individuos, familias, empresas, paises.
Beber agua de manera sostenible es posible
Al lado del desperdicio, otro tema de interés mundial en estos meses es la contaminación causada por los plásticos que atenazan los mares y los ríos.
La invasión de los microplásticos ha afectado la comida con la que nos nutrimos, llegando a ser uno de los temas principales de cada agenda del futuro.
La UE ha decretado la prohibición de comercializar vasos, platos y cubiertos desechables desde enero 2021
Sin embargo, ninguna limitación ha sido impuesta para las botellas de plástico y para los otros contenedores que representan la mayoría de los desechos plásticos.
En Europa el objetivo para el 2025 es el reciclaje del 50% de los desechos de plástico producidos, sin embargo este objetivo parece insuficiente porque solo en Italia el consumo de las solas botellas de plástico dedicadas al agua es aproximadamente de 11 billones de piezas, a las cuales se debe añadir un billón de botellas para las bebidas.
Los tentativos de producir botellas de plástico compostable (PLA) o bioplástico, están ya en marcha desde hace años: los bioplásticos se obtienen del almidón de maíz o de la alga agar agar o de la caña de azúcar y tienen la ventaja que se pueden deshacer cómo desechos orgánicos.
El proceso productivo tiene todavía cuestos elevados y la cadena de recuperación para la gestión de botellas 100% vegetales todavía es ausente, afectando los esfuerzos de los productores.
La reducción de las botellas de plástico en este momento pasa por la responsabilidad personal de cada uno de nosotros, de los organismos y de las empresas.
A raíz de este dedicación hemos elegido desincentivar la utilización de las botellitas y vasos de plástico en las empresas durante el trabajo, dotando a cada sala de conferencias de una jarra de cristal con tapón en silicona y a cada persona de una cantimplora en aluminio personalizada.
Cada sorbo de agua es un bien precioso y nosotros creemos que se debe tratar con cuidado.